Los logros pequeños nos llevan al éxito

¡Ya casi se acaba 2024 y apenas estoy publicando mi primer blog del año! Este año fue muy único y memorable, ya que cosas tanto buenas como malas me hicieron más fuerte y pusieron mi fe a prueba.

Empecé una nueva década de vida al principio del año. También llegó enero y, por primera vez en mucho tiempo, no tenía un trabajo a tiempo completo. Fue extraño, pero increíble a la vez. Trabajar como traductora independiente me ha dado la libertad de planear mi trabajo alrededor de mi vida y no mi vida alrededor de mi trabajo. Esto me permitió dedicarle mucho tiempo al francés y prepararme para el examen DELF B2 con la Alianza Francesa, el cual tomé y pasé en junio. No quise esperar más e inmediatamente me inscribí a clases de árabe con el instituto Abjadiyah.

Aunque no he podido hacer muchos de mis pasatiempos favoritos, como pintar, he podido priorizar mi salud e ir al gimnasio. Recientemente me di cuenta de que realmente necesitaba hacer ejercicio por el bien de mi salud mental. Mi cuerpo también lo necesitaba, y la vida suele ahogarnos con actividades mundanas que nos agotan física y emocionalmente. Levantar pesas y nadar me ha ayudado a recuperar el control de mi mente y mi cuerpo. Todos experimentamos retos y logros, y este año me ha demostrado que la verdadera riqueza es la salud. La prioridad es vivir lo más que se pueda para alcanzar nuestros sueños y pasar tiempo con nuestros seres queridos. Es posible que ir al gimnasio una hora al día no parezca gran cosa, que leer un capítulo de un libro nuevo al día parezca insignificante, que esos treinta minutos dedicados a escuchar una lección lingüística me hagan pensar que estoy más lejos de mi meta de dominar un nuevo idioma, pero lo único que importa es recordar que todos esos pequeños logros... ¡nos llevan al éxito!